miércoles, 11 de marzo de 2020
Efecto mariposa
El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo». Este proverbio chino es el origen, junto a las investigaciones del matemático y meteorólogo Edward Lorenz, de una de las más cinematográficas teorías físicas: el efecto mariposa. Según este concepto vinculado a la Teoría del Caos, el aleteo de un insecto en Hong Kong puede desatar una tempestad en Nueva York. Pero, en realidad, ¿es factible que el aleteo de una mariposa en Sri-Lanka pueda provocar un huracán en EE. UU?
En un sistema no determinista, pequeños cambios pueden conducir a consecuencias totalmente divergentes. Una pequeña perturbación inicial, mediante un proceso de amplificación, puede generar un efecto considerable a medio y corto plazo. El movimiento desordenado de los astros, el desplazamiento del plancton en los mares, el retraso de los aviones, la sincronización de las neuronas; todos son sistemas caóticos o «dinámicos no lineales».
Efecto Mandela
¿Alguna vez has recordado vivir una experiencia
en concreto y ha resultado que la realidad fue bien distinta?
Conocemos el efecto Mandela como aquel
fenómeno en el que dos o más indviduos, normalmente un colectivo bastante
numeroso, comparte un recuerdo que no tiene una base real, es decir, que jamás
ha ocurrido.
Efecto Mandela es un término que acuñó la bloguera Fiona
Broome hace unos años. Como ella misma contaba, había mucha gente a su
alrededor, incluida ella misma, que recordaba haber visto por televisión
exactamente el momento en el que Nelson Mandela murió en la cárcel. El
funeral en su honor, y todo lo demás. En realidad, Mandela sobrevivió al
presidio, y vivió algún tiempo fuera de él antes de fallecer.
Pero por mucho que le digas a los convencidos
de que eso es así, de que su memoria podría haberles jugado una mala pasada, a
muchos les cuesta asumirlo. Lo vieron “con sus propios ojos”.
Para empezar, debemos tener claro que la memoria es una habilidad cognitiva que tiene lugar en nuestro cerebro y que, por lo consiguiente,
tiene un gran componente subjetivo. Cuando generamos un
recuerdo, activamos una red de neuronas que transfieren una
información concreta a distintas partes del cerebro encargadas de almacenar información, como el hipocampo o el
córtex prefrontal.
Eso significa que el nacimiento del recuerdo no está en la
experiencia en si, sino en el procesamiento mental de dicha experiencia, por lo
que, ¡sorpresa! podemos generar recuerdos que jamás han sido realidad.
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